Uno de los temas más importantes que afecta a muchos dueños de negocios (así como a autónomos), es, sin duda, estar «de buenas» con Hacienda. Y en este sentido, saber cómo funciona el IRPF es uno de los aspectos que puede darte más problemas, sobre todo a la hora de presentar declaraciones (si no quieres que Hacienda llame a tu puerta).
Por eso, ¿qué tal si te explicamos esto de manera que lo entiendas? Pues dicho y hecho, aquí hemos elaborado un artículo donde encontrarás todo lo que debes saber sobre el IRPF.
Qué es el IRPF
Vamos a empezar por saber exactamente a lo que nos referimos con el IRPF. Y es que no muchos saben que IRPF corresponde a Impuesto sobre la renta de personas físicas. En realidad, la mayoría utiliza las siglas, pero a la hora de entenderlo, no saben bien lo que implica.
Pues bien, este impuesto es un pilar importante en la tributación española y está establecido, en cierto modo, en la Constitución Española. ¿Dónde? Exactamente donde establece que todos los españoles debemos contribuir al sostenimiento de los gastos públicos. Es decir, que debemos aportar para que el país siga adelante, no se endeude o quiebre. Pero no solo va para eso lo que se recauda, sino que una parte se utiliza también para ayudar a personas que están en una situación peor.
El IRPF solo afecta a las personas que reciben ingresos y que, además, viven en España. Pero depende de cada comunidad autónoma ya que se pueden establecer deducciones, bonificaciones, etc. en cada una.
Y por si te lo estás preguntando, sí, cuantos más ingresos recibas, más vas a tener que pagar de impuesto.
Qué grava exactamente el IRPF
Antes te hemos dicho que el Impuesto sobre la renta de personas físicas tiene relación con los ingresos que se reciben. Pero, dentro de estas rentas (o ingresos), hay que especificar varias de ellas, que son:
- Rendimientos del trabajo. Ya sean por cuenta ajena (asalariado) o propia (autónomo).
- Pensiones. Que entrarían dentro de rendimientos del trabajo, aunque en realidad no se trabaje.
- Rendimientos del capital. Por ejemplo, las rentas de bienes inmuebles, los ahorros que tengas…
- Rendimientos de actividades económicas.
- Ganancias patrimoniales, pero también las pérdidas o las imputaciones de renta.
Ahora bien, has de saber que no por recibir todos esos ingresos vas a pagar por ellos; en realidad, el cálculo se realiza una vez se deducen los gastos que tú has soportado. Es decir, eliminan las cotizaciones a la Seguridad Social, comisiones, gastos que has soportado por tu trabajo, etc.
Otro punto a tener en cuenta es que no todas las rentas se deben declarar. Si bien al principio hemos dicho que sí, hay leyes que permiten algunas rentas exentas. ¿Y cuáles son estas? Te las listamos todas:
- Prestación por maternidad o paternidad.
- Préstamos entre familiares.
- Indemnizaciones laborales, en caso de que sea por cese del trabajador o por despido.
- Donación de negocio familiar.
- Trabajos en el extranjero.
- Extinciones de condominios.
- Plusvalía del muerto.
- Becas.
- Prestaciones por desempleo (ojo, en pago único).
- Transmisión de vivienda habitual o bien de bienes patrimoniales si es por mayores de 65 años.
- Dación en pago.
- Planes de ahorro a largo plazo o de ahorro sistemático.
- Retribuciones en especie (siempre que estas no tributen).
Cómo funciona el IRPF
Ahora que tienes algo más claro el IRPF, seguro que quieres saber cómo funciona para entender cómo se calcula.
Para empezar, el IRPF se calcula teniendo en cuenta las nóminas o bien la contabilidad que llevan a cabo los negocios. Por supuesto, los propios bancos también entran en juego ya que es la forma «habitual y legal» en que se reciben los ingresos. Sin embargo, en ocasiones estas rentas no se calculan de manera tan pormenorizada, sino que se hace una estimación según las características objetivas de los negocios.
En base a esto, se establece una escala de tal forma que, cuando se llega a un baremo, el porcentaje de IRPF será uno u otro. Dicho de otro modo, a más ingresos (descontando ya los gastos), más IRPF tiene que pagarse.
Además, puede darse el caso de que, a lo largo del año, se haya pagado de más en impuestos y que la renta salta negativa. Eso querría decir que es Hacienda la que tendría que devolverte a ti dinero porque te ha estado cobrando de más. Por ejemplo, porque has pagado de más de autónomo y tus ingresos son mucho menores.
Cómo se paga el IRPF
El impuesto sobre la renta de personas físicas se paga anualmente a través de la declaración de la renta. Esta ha de hacerse todos los años y presentarla desde los meses de abril a junio. Sin embargo, siempre se presenta en base al año anterior. Es decir, en 2024 se presenta la declaración del 2023 porque ha de englobar el año completo.
Durante ese periodo, Hacienda pone en marcha una campaña para ayudar a las personas a realizar la declaración y a presentarla. De hecho, son muchos los que piden cita para que sean los propios funcionarios de Hacienda quienes les ayuden a elaborar la declaración para evitar fallos o errores que, en caso de ser detectados, podrían suponerles sanciones (aun cuando no haya sido con mala fe). También hay empresas privadas, o incluso los bancos, que se dedican durante esos periodos a realizar declaraciones a sus clientes.
Y el resultado puede ser a pagar (con lo que tendrás que ingresar dinero a Hacienda) o a cobrar (al contrario, es Hacienda quien debe ingresarte dinero). En este último caso, tiene de plazo 6 meses para hacerlo, no es inmediato, mientras que, si tienes que pagar tú, tienes un plazo limitado y, en caso de que no lo hagas a tiempo, tendrás que soportar un recargo por demora.
Saber cómo funciona el IRPF, al igual que cualquier otro impuesto, trámite, etc. que haya que cumplir no solo te aportará información y el poder hacer bien las cosas, sino que también te ayudará a ir más tranquilo porque sabrás que, en cierto modo, has actuado de buena fe y que lo has hecho intentando seguir la legalidad. ¿Te ha quedado alguna duda?