¿Has oído hablar alguna vez del marketing relacional? Como sabes, las estrategias de marketing en Internet están en continuo cambio y eso implica muchas veces que hay que estar pendiente de lo que viene y cambia. En este caso, el marketing relacional es una evolución del tradicional, pero todavía no son muchos los que lo entienden y mucho menos lo aplican.
Por eso, en esta ocasión queremos ayudarte a que entiendas su concepto, qué lo diferencia con el tradicional, para qué sirve y qué beneficios tiene. Además, aprenderás a aplicarlo en tu negocio. ¿Nos podemos manos a la obra?
Qué es el marketing relacional
El marketing relacional es conocido también como marketing de relaciones. Engloba una serie de estrategias y métodos cuyos resultados se obtienen a largo plazo. El objetivo de este marketing es fidelizar al cliente, ayudando así a aumentar las compras del cliente y beneficiando no solo a la empresa, sino al propio cliente. Para ello, la confianza y el valor agregado son dos pilares importantísimos.
En este caso, el marketing relacional se basa sobre todo en el cliente, y no en el producto, por eso las estrategias que se llevan a cabo están enfocadas en proporcionar una atención personalizada para los clientes. Y es que no se basa en convencerlo para venderlo los productos, sino en atenderle de forma que confíe en que cualquier compra que haga en la tienda vendrá con calidad.
Diferencias entre marketing relacional y marketing tradicional
El marketing relacional podría entenderse como una evolución del marketing tradicional pero, ¿qué los diferencia a ambos? En este caso, ya no es solo el hecho de que el marketing relacional se enfoca en los clientes y el tradicional en el producto, sino que va más allá:
- Comunicación. Mientras que el tradicional busca alcanzar a un público amplio creando un mensaje que pueda alcanzar a un mayor número, en el caso de relacional se basa en conversaciones individuales y personalizadas, dándole prioridad a los propios clientes.
- Estrategias. Al contrario que el marketing tradicional, que hace estrategias a corto plazo, el relacional es a largo plazo, ya que lo que intenta es fidelizar al cliente.
- Objetivo final. Antes hemos comentado que el objetivo del marketing relacional se centra en el cliente. Pero para este no necesita que esa finalidad se consiga a corto plazo, sino a largo, y tampoco busca el vender, sino el afianzar las relaciones.
Qué objetivos tiene
En general, los objetivos que tiene el marketing relacional son:
- Trabajar la relación con el cliente. Esto implica conocer al cliente, sus necesidades y lo que puedas hacer para él.
- Establecer una serie de estrategias basadas en la atención al cliente, y no tanto en el producto.
- Satisfacer al cliente.
Beneficios de usar el marketing relacional
El marketing relacional está en auge. Ahora los negocios no se centran tanto en conseguir ventas rápido, sino en que los clientes que los conozcan se queden con ellos y así logren una mejor atención a los mismos. Es como las compañías de teléfono. Si bien las tarifas que tienen son iguales para todos, lo que buscan es intentar satisfacer al cliente y, para ello, le ofrecen bonos u ofertas que puedan ayudar a que se queden el mayor tiempo posible. Pues en el caso de las tiendas online es parecido. Y es que con ello se obtienen múltiples beneficios, como son:
- El incremento del LTV. LTV son las siglas por las que se conoce al Lifetime value, o lo que es lo mismo, valor a la línea temporal. Básicamente se refiere a mantener a los clientes el mayor tiempo posible, intentando darle valor y hacerle sentir al cliente como una persona, y no como un número de contrato.
- Conseguir que se conviertan en embajadores. Si tienes una web en la que te tratan bien, donde te venden basándose en tus necesidades (y no en lo que quieren vender ellos), y que además sientes que les importas, ¿no crees que recomendarás ese sitio a otros familiares o amigos? En otras palabras, conseguirás clientes leales que, además, te van a recomendar a otros.
- Reduces gastos. Aunque no lo creas, el gasto en marketing y publicidad para llegar a otros clientes se reduce. Al principio es posible que no lo vas, pero conforme vayas teniendo clientes fieles ya no necesitarás pagar por anunciarte o por ser conocido, tus clientes ya lo sabrán para ti.
- Cliente feliz, compra feliz. Imagina que entras a una tienda. Empiezas a mirar cosas y, de repente, se te acerca un dependiente preguntando qué es lo que buscas. Seguramente responderás que estás mirando pero, ¿y si esa persona no se mueve y te sigue constantemente? Al final, acabarás yéndote de la tienda por estar incómoda. Pues bien, esto en el mundo online ocurre cuando te saturan con productos relacionados a aquellos que has visto, o intentan darte ofertas para que compres. Ahora bien, si en lugar de hacer eso, te centras en estrategias que te conecten con el cliente, ¿no crees que estará más satisfecho de estar en la tienda y ver los productos sin esa sensación de que lo que quieres es que compre?
Cómo aplicarlo a tu negocio
Dentro del marketing tradicional se han ido implementando estrategias después de que se produzca la venta, como un email postventa para saber si lo que ha comprado le ha gustado, si está satisfecho con el producto, etc.
Pero, en el caso del marketing relacional, se va más allá. Algunas técnicas pueden ser:
- Envío de emails postventa en caso de que haya comprado algo pero, también, de feliz cumpleaños o feliz aniversario como cliente.
- Envío de vídeos relacionados con el producto que ha comprado para que conozcan todas las funciones que puede tener.
- Comentarios en las redes sociales. Las empresas siempre esperan que sean los clientes los que comenten sus publicaciones; pero aquí no sería así, sino al contrario. Poner comentarios en las redes sociales de la persona para crear una relación con esta.
- Enviarle detalles. Una sorpresa, algo que le haga sentirse querido por la empresa.
- Premios. Como descuentos o promociones especiales para que se sienta único.
Ahora te toca a ti pensar en una estrategia de marketing relacional para tu negocio. Al principio puede costarte, pero lo bueno es que podrás ir modificándolo en base a lo que vayas aprendiendo para dar con lo mejor que te vaya para tu tienda online (o para tu página web en general).