Regulación del comercio electrónico en China: obligaciones, licencias y defensa del consumidor

  • Marco integral: equiparación online/offline, protección de datos, PI y seguridad de transacciones.
  • Licencias y permisos: FICE/ICP/VATS para plataformas y reglas claras para inversión extranjera.
  • Plataformas: obligaciones en pagos, quejas, KYC, registros y fin de exclusividades anticompetitivas.
  • Precios y competencia: SAMR y NDRC refuerzan control de algoritmos, transparencia y sanciones.

regulación del comercio electrónico en China

La máxima legislatura de China se encuentra analizando un proyecto de ley que pretende regular y facilitar el comercio electrónico, actualmente en auge en el país. Dicho proyecto ya fue sometido a revisión por los legisladores y se encuentra en su primera lectura.

De acuerdo con Lyu Zushan, subdirector del Comité de Asuntos Financieros y Económicos de la APN, el boom del Ecommerce en China ha dejado al descubierto lagunas normativas y áreas de mejora en la ejecución. El nuevo marco busca impulsar el crecimiento, mantener el orden del mercado y proteger los derechos de los consumidores, equiparando de forma efectiva las actividades online y offline y reforzando la seguridad de las transacciones.

En virtud del proyecto, todos los operadores de Ecommerce deberán pagar impuestos, contar con sus certificados de negocio y garantizar la protección de datos personales. Quienes incumplan afrontarán multas de hasta 500.000 yuanes y posibles revocaciones de licencias, además de obligaciones reforzadas en propiedad intelectual.

China es hoy el mayor mercado de comercio electrónico del mundo. Las cifras oficiales sitúan el volumen del Ecommerce en China en niveles de decenas de billones de yuanes, con una porción muy significativa del retail ya digitalizado. Grandes minoristas como Alibaba han acreditado un volumen bruto de mercancías de enorme magnitud, reflejo de la escala del mercado. El Ministerio de Comercio estima que el Ecommerce transfronterizo representa una fracción creciente del comercio exterior del país.

Políticas y licencias: FICE, ICP y VATS

En el plano regulatorio, China ha ido habilitando un entorno más claro para la inversión extranjera en retail online mediante las empresas comerciales con inversión extranjera (FICE), que pueden adoptar la forma de WFOE o joint venture. Cuando una plataforma presta servicios a terceros, entra en el ámbito de los servicios de telecomunicaciones de valor añadido (VATS), con requisitos sobre el porcentaje de inversión extranjera, experiencia operativa y capital social mínimo.

En cuanto a la presencia digital, el marco diferencia entre proveedores de servicios de información de Internet comerciales y no comerciales. Las plataformas que monetizan servicios a terceros precisan licencia ICP del MIIT, mientras que los comercios que venden solo sus propios productos suelen requerir el registro ICP (备案) si su sitio está alojado en China. Esta distinción ha sido clave para canalizar el crecimiento sin comprometer la seguridad de la información.

Normas para plataformas y transacciones

Los códigos sectoriales como las Normas para Plataformas de Transacciones Online (OTPS) y las Normas de Servicios de Transacciones Online (OTS) detallan obligaciones de las plataformas: establecer reglas de transacción alineadas con la Ley de Contrato, asegurar la continuidad del servicio, supervisar la información publicada, colaborar en gestión de disputas y proteger la privacidad y la PI.

La Administración de Industria y Comercio (hoy integrada en SAMR) fijó exigencias adicionales (ver cambios de la nueva ley de consumo): sistema de nombre real para vendedores, exhibición visible de licencias, información clara de precio, calidad, envío, pagos y devoluciones, y conservación de registros durante periodos prolongados. Para formatos como las compras en grupo, se requieren controles reforzados sobre estado de los proveedores, calidad y promociones.

Protección del consumidor, datos y ciberseguridad

La tutela al consumidor se ha ampliado ante nuevos modelos como las retransmisiones en directo y el comercio social. Las autoridades han observado incrementos notables de quejas canalizadas por el sistema 12315 por calidad deficiente, posventa limitada o lenguaje comercial agresivo, impulsando medidas para tratar estas plataformas como ecommerce a todos los efectos.

Asimismo, se refuerza la privacidad (ver seguridad para web de comercio electrónico): el consentimiento debe ser claro, con autorizaciones diferenciadas para datos sensibles (biométricos, salud, financieros). Se exige la conservación de registros de transacción durante al menos tres años, canales de queja accesibles y la obligación de asumir reparaciones, reemplazos y reembolsos sin abusos en términos y condiciones. Prácticas como “elegir una sola plataforma” han sido prohibidas.

En fechas recientes, galas como el Día del Consumidor han señalado malas prácticas, desde la recopilación ilegal de datos (incluida biometría) hasta publicidad engañosa en categorías sensibles, catalizando aún más la vigilancia regulatoria.

Competencia, precios y algoritmos

La SAMR ha presentado normativa provisional para frenar la competencia desleal en Internet, abarcando publicidad engañosa, manipulación de reseñas y el abuso de algoritmos. Se refuerza la responsabilidad de las plataformas para prevenir, detectar y reportar prácticas irregulares, se agiliza el manejo de casos y se clarifican responsabilidades legales, incluyendo la confiscación de ganancias ilícitas.

En materia de precios, la NDRC impulsa reglas para la transparencia de promociones, subsidios, y la gestión de precios dinámicos y discriminación por big data. Quedan prohibidas imposiciones para vender por debajo de coste y se prevé un esquema de consulta pública antes de la adopción definitiva, con una postura más estricta frente a grandes plataformas y conductas anticompetitivas.

Fiscalidad y facilitación del comercio

En tributación, la regla es clara: las leyes fiscales se aplican de forma uniforme a negocios tradicionales y online, incluidas empresas con inversión extranjera. La autoridad ha perseguido casos emblemáticos de evasión, subrayando la necesidad de facturación, registros contables y cumplimiento. Para el ecommerce transfronterizo, se promueve la mejora en transporte y logística, el intercambio de información y la adopción de factura electrónica.

Tamaño del mercado y ecosistema

El mercado chino de e-commerce mueve ingresos de escala sin parangón, con gigantes como Alibaba y JD.com, y nuevos modelos como Pinduoduo y el Directo al Consumidor. El valor diferencial está en la integración: una plataforma de pago (Alipay), logística (Cainiao) y servicios que orquestan una experiencia conectada. El peso del canal digital se aproxima, e incluso supera, a la mitad del retail, con el transfronterizo ganando cuota dentro del comercio exterior nacional.

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China quiere regular el ecommerce. El Gobierno de Pekín quiere definir un nuevo marco legislativo para el comercio online, que vive un auténtico boom en el país. Lo conocido del borrador apunta a mejorar la transparencia en compras de plataformas en el extranjero y a reforzar tanto la protección al consumidor como la competencia leal. En sesiones recientes de la APN, Lyu Zushan apuntó que la industria supera los 20 billones de yuanes y que el retail online ya supone una porción relevante del total. El Ministerio de Comercio prevé que el ecommerce transfronterizo alcance varios billones de yuanes y represente una parte sustancial del comercio internacional del país.

La Administración Estatal para la Regulación del Mercado ha precisado reglas para conductas desleales, el papel de las plataformas digitales y la aplicación eficaz de casos; mientras, la NDRC ha propuesto normas de precios en plataformas que exigen claridad total, limitan la discriminación algorítmica y fortalecen la supervisión continua. Todo ello consolida un entorno donde innovación y cumplimiento avanzan de la mano.

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