Si tienes un eCommerce, seguro que has establecido varias formas de contacto para tus clientes pero, ¿has pensado en la videoconferencia como una de ellas? Es una manera original y poco explotada para los eCommerce, pero que acerca una empresa virtual a los clientes.
Si no te lo habías planteado y quieres saber más, sigue adelante leyendo porque seguro que te vamos a mostrar algo que puede venir bien para tu eCommerce.
Por qué utilizar una videoconferencia en un eCommerce
Comprar en Internet es un poco ir a ciegas, porque realmente no puedes ver, tocar o conocer el producto más allá de las propias imágenes que te ofrecen en un eCommerce. Pero, ¿y si eso cambiara? Sabes que, si tienes dudas, puedes ponerte en contacto con el vendedor quien te responderá (o no).
Pero, la videoconferencia en un eCommerce, puede ser la diferencia entre comprar por Internet y dar la sensación de que estás hablando con una persona, como si fueras a la panadería a comprar. Acerca, por un lado, a cliente y vendedor, les pone cara, y sobre todo se genera una relación que deja de ser fría. Es mucho más sencillo de llegar a los clientes, humanizas el negocio y, además, fidelizas.
Razones para utilizar una videconferencia en un eCommerce puede haber muchas, pero todas ellas llegan a una misma conclusión: hacen que los eCommerce adquieran “vida” ya que vemos más allá de una página web.
Cómo utilizarla en tu beneficio
Utilizar una videoconferencia es tan sencillo como establecer un horario y habilitar ese tiempo tu cámara para que cualquier persona pueda llamarte y así aclarar dudas antes de comprar, o porque ha tenido un problema y quiere que lo atiendas.
Para ello, debes contar con un ordenador (o móvil), con cámara y micrófono. Cuanta más calidad le des, mucho mejor, porque así ofrecerás un mejor servicio (eso quiere decir que si tienes una conexión a Internet potente menos problemas habrá).
Ventajas e inconvenientes de una videoconferencia
¿Tan bueno es habilitar una videoconferencia para tu eCommerce? Como queremos que tengas todos los pros y los contras, vamos a hablarte a continuación de las ventajas y los inconvenientes que esto tiene.
Ventajas de la videoconferencia
En realidad, existen bastantes ventajas de habilitar este sistema de comunicación con tus clientes, tanto que llamará la atención. Porque, para empezar, hablamos de una forma de contacto que la competencia puede no tener, con lo cual, ya sobresales. Y si además ofreces calidad, los clientes empezarán a fijarse en ti. Será como si compraran en una tienda de verdad.
Vas a reducir costos, primero, de desplazamiento para tus clientes si vendes no solo en Internet, sino también en físico; y segundo porque no necesitas nada extra para ofrecer este servicio, pudiendo tener un horario laboral más amplio y optimizarlo en base a tus clientes.
Hablamos de una asesoría individualizada que, si bien pudiera ser similar a la de un correo electrónico, ya que lo personalizas y le das respuesta, el hecho de poder veros y hablar “de tú a tú” (siempre estableciendo un respeto entre vendedor y cliente), hará que los usuarios te vean más volcado para con tu negocio.
Inconvenientes de la videoconferencia
Ahora bien, no todo es bueno. Empezando porque tienes que estar en ese tiempo disponible, y no es algo que vayan a solicitar los clientes a cada momento, con lo cual, habrá horas que las pases sin nada que hacer. Y dirás, puedo hacer otra cosa. Pero cuidado, porque si un cliente intenta ponerse en contacto contigo y no lo atiendes, también crearás una mala imagen.
Debes tener un lugar donde hacer la videoconferencia. Y aunque hemos dicho que no necesitas nada extra, lo que uses (la cámara, micrófono, etc.) sí debe mostrar una buena calidad de imagen y sonido para que puedas entenderte con los clientes.
Consejos para que la videoconferencia vaya bien
Para finalizar, no queremos olvidarnos de darte algunos consejos para que la videoconferencia con tus clientes vaya bien, ya que debes cuidar ciertos aspectos. En concreto, te recomendamos lo siguiente:
Coloca el ordenador para hacer la videoconferencia en una zona “bonita”
A la hora de hacer una videoconferencia, vas a mostrar a tus clientes una parte de tu negocio, ya sea que este esté en un local, en una oficina, o en tu propia casa. Ahora, imagina que lo que ven de fondo es una pared a medio pintar, o sucia. O peor aún, ven montones de productos, desorden… ¿Crees que confiarán en ti?
Necesitas ubicarte en un lugar que dé profesionalidad a tu negocio. A poder ser, con algo que al fondo te permite poner el logo de tu empresa para que puedan relacionarte con ella y así no pierdan de vista que es con una empresa con quien están hablando.
Ponte presentable
Teniendo en cuenta los “fallos” que seguro que recuerdas porque se han viralizado, te recomendamos que te vistas presentable. De arriba abajo. Es decir, ponte ropa con la que saldrías a la calle, o con la que atenderías a tus clientes.
Y ¿por qué te decimos de arriba abajo? Sí, sabemos que una videoconferencia se suele hacer sentado. Pero, ¿y si por cualquier motivo tienes que levantarte? ¿Y si no te has puesto nada “presentable” debajo? Te va a ver tu cliente y puede llevarse una mala opinión de ti. Así que procura estar bien para esas llamadas cara a cara.
Cuida el lenguaje… y tu paciencia
Hay que tener en cuenta que una videconferencia no es lo mismo que el cara a cara. Además, debes saber que esta a veces falla, el sonido se ralentiza, la imagen se congela… Así que ármate de paciencia porque son cosas que no puedes prever.
Eso significa que si te piden que repitas cosas, o que se lo vuelvas a explicar, no es realmente porque no te entienden, sino porque también pueden tener fallos y que tu mensaje no llegue bien. En esos casos, intenta ser directo con la respuesta que buscan, además de intentar explicar las cosas lo mejor posible.
Está disponible en varios horarios
No todas las personas pueden permitirse hacer una videoconferencia en horario laboral. A veces, su trabajo, el día a día… les hace imposible esto.
Así que, algo que además puede destacarte sobre tu competencia es el hecho de ofrecer horarios más flexibles, o en horas diferentes de lo normal. Por ejemplo, de 7 a 9 de la mañana, o de 8 a 10 y 11 de la noche. Sí, son horas donde se supone que no deberías trabajar. Pero los clientes lo agradecerán porque no obligas a que tengan que “encajar” su consulta en su horario.