OpenAI sella un acuerdo de 38.000 millones con AWS para impulsar su IA

  • Acuerdo de 38.000 millones de dólares entre OpenAI y AWS durante siete años para ampliar capacidad en la nube.
  • Acceso a cientos de miles de GPU de Nvidia, con despliegue completo previsto antes de finales de 2026.
  • OpenAI diversifica proveedores tras su reestructuración, manteniendo pactos con Microsoft, Oracle y otros.
  • Impacto en Europa: más opciones de residencia de datos y cumplimiento normativo para empresas de la UE y España.

Acuerdo de computación en la nube OpenAI y Amazon

OpenAI ha firmado un acuerdo de 38.000 millones de dólares con Amazon Web Services (AWS) para reforzar su acceso a potencia de cómputo en la nube durante los próximos siete años. La operación contempla disponibilidad inmediata y un despliegue progresivo de infraestructura, con la vista puesta en acelerar el desarrollo y la operación de sus modelos de inteligencia artificial.

Este pacto llega en un momento en que la compañía de Sam Altman multiplica su inversión en infraestructura y chips, en una estrategia de gran escala que incluye compromisos de 1,4 billones de dólares para crear capacidades de cálculo de nueva generación. El objetivo: garantizar recursos suficientes para entrenar y ejecutar sistemas avanzados de IA en un mercado cada vez más competitivo.

Claves del acuerdo entre OpenAI y AWS

Detalle del acuerdo OpenAI AWS en la nube

El contrato asegura a OpenAI acceso a cientos de miles de GPU de Nvidia alojadas en centros de datos de AWS, incluidas nuevas generaciones de aceleradores (como las GB200 y GB300) para entrenar y ejecutar sus modelos. La compañía comenzará a utilizar esta capacidad de inmediato, con la previsión de alcanzar el despliegue completo antes de finales de 2026 y margen para expandirse más allá.

Desde el punto de vista estratégico, el acuerdo refuerza el papel de AWS como proveedor de referencia para cargas de trabajo de IA a gran escala. Para OpenAI, supone un paso más en la construcción de un ecosistema de cómputo más diversificado y resiliente, evitando depender de un único proveedor y ganando flexibilidad en tiempos de alta demanda.

La colaboración se apoya en infraestructuras de nube diseñadas para tareas intensivas de IA, con redes de alta velocidad, almacenamiento de baja latencia y seguridad de grado empresarial. En conjunto, estos elementos pretenden facilitar tanto el entrenamiento de nuevos modelos como la operación cotidiana de servicios como ChatGPT ante picos de uso.

En términos operativos, el acuerdo se estructura para crecer por fases: capacidad inicial disponible de forma inmediata, ampliaciones sucesivas hasta 2026 y posibilidad de refuerzos adicionales en función de la evolución de la demanda. Este enfoque por tramos ayuda a alinear inversión e intensidad de uso, conteniendo riesgos y asegurando disponibilidad.

Capacidad técnica y necesidades energéticas

Los planes de OpenAI para ampliar sus recursos de cómputo son ambiciosos: la compañía ha indicado compromisos globales que, de materializarse, sumarían alrededor de 30 gigavatios de capacidad eléctrica asociada a sus proyectos de infraestructura. Esa cifra equivale a un porcentaje significativo del total instalado en Estados Unidos y refleja el reto energético de la nueva ola de centros de datos de IA.

La elección de Nvidia como proveedor principal de aceleradores en este despliegue es coherente con la tendencia del sector, que por rendimiento y madurez de ecosistema de software sigue apoyándose en sus GPU. Aunque AWS dispone de chips propios para IA, OpenAI ha priorizado GPUs de Nvidia para los clústeres que ejecutarán sus cargas más exigentes.

Con esta capacidad, OpenAI aspira a mantener el ritmo de mejora de sus modelos de última generación y avanzar hacia sistemas de IA cada vez más capaces. La disponibilidad de cómputo fiable y escalable es un factor crítico tanto para entrenamientos largos como para ofrecer servicios estables a cientos de millones de usuarios.

La infraestructura de AWS, por su parte, seguirá incorporando nuevas generaciones de hardware y optimizaciones de red para ajustar el coste por unidad de cómputo y mejorar la eficiencia energética, dos variables que condicionan de forma directa la escalabilidad de la IA en producción.

Impacto en Europa y oportunidades para España

Para empresas y administraciones europeas, este movimiento se traduce en más opciones de infraestructura y regionalización del dato. La red de regiones de AWS en la UE —incluida la región de España— facilita residencia de datos, baja latencia y cumplimiento normativo (RGPD y marcos locales), factores clave para despliegues de IA en sectores regulados.

El mayor músculo de cómputo disponible podrá impulsar proyectos de IA aplicada en industrias europeas como sanidad, servicios financieros, automoción o sector público. Para pymes y startups en España, la combinación de servicios gestionados y acceso a hardware de vanguardia abre la puerta a acelerar pilotos y escalar productos con menores barreras de entrada.

Asimismo, el fortalecimiento del ecosistema de nube en Europa puede favorecer iniciativas de soberanía del dato y arquitecturas híbridas, en las que parte del procesamiento crítico se mantiene en entornos locales mientras las cargas más intensivas se derivan a la nube bajo políticas claras de seguridad y privacidad.

En términos de talento y cadena de suministro, el empuje de inversiones en centros de datos y servicios asociados podría tener efectos tractores en el mercado laboral europeo, con demanda creciente de perfiles técnicos y proveedores especializados.

Diversificación de proveedores y financiación

El acuerdo con AWS llega tras la reestructuración de OpenAI, que ha dado a la empresa mayor autonomía operativa y financiera. En paralelo, la organización ha impulsado una estrategia de multicloud con compromisos relevantes: en el mercado se han citado acuerdos de gran tamaño con Microsoft Azure y Oracle, además de colaboraciones con Google Cloud y proveedores especializados como CoreWeave.

Según fuentes del sector, los compromisos agregados de OpenAI en infraestructura podrían ascender a 1,4 billones de dólares en los próximos años, cifras que han alimentado el debate sobre la sostenibilidad financiera y el posible sobrecalentamiento del mercado de IA. La compañía, no obstante, defiende que el crecimiento esperado justificará esas inversiones.

En cuanto a ingresos, estimaciones recientes sitúan la facturación anualizada de OpenAI en el entorno de los 20.000 millones de dólares. Aunque se trata de una cifra notable para una empresa de su trayectoria, la escala de gasto en centros de datos y chips obliga a planificar con horizontes largos para alcanzar el equilibrio.

Para AWS, el pacto con OpenAI refuerza su cartera en cargas de trabajo de IA de frontera, complementando otras apuestas del grupo. Amazon ha señalado un plan de inversión de capital de gran envergadura para ampliar su red de centros de datos y atender la demanda creciente de cómputo acelerado.

Reacciones del mercado y competencia

El anuncio tuvo un efecto inmediato en bolsa: las acciones de Amazon registraron subidas en torno al 5% y marcaron un máximo histórico, mientras que Nvidia también avanzó en una sesión influida por la expectativa de mayores pedidos de aceleradores. El movimiento fue interpretado como un respaldo a la posición de AWS en la carrera por la infraestructura de IA.

En el plano competitivo, el mercado sigue muy disputado entre los grandes proveedores de nube. Aunque AWS mantiene una cuota relevante, Microsoft y Google han recortado distancias apoyándose en su propio impulso en servicios de IA y alianzas con desarrolladores de modelos. La decisión de OpenAI de diversificar sus socios confirma una tendencia hacia arquitecturas distribuidas.

Los analistas subrayan que el acuerdo de 38.000 millones es un compromiso plurianual, por lo que su traducción inmediata en ingresos será gradual y dependerá del ritmo de despliegue y consumo efectivo de capacidad de cómputo. A la vez, se esperan inversiones adicionales en energía y suministro de chips para atender el contrato.

Más allá del corto plazo, el refuerzo de la relación entre OpenAI y AWS reconfigura el mapa de grandes clientes ancla en la nube, con implicaciones para la asignación de capital, la innovación en hardware y la disponibilidad de plataformas de IA para empresas y desarrolladores.

Con esta alianza, OpenAI gana margen de maniobra para acelerar su hoja de ruta y AWS consolida su papel como proveedor clave de infraestructura de IA; un movimiento que, por escala y alcance, puede marcar la pauta del sector en los próximos años y ofrecer a Europa —y a España— nuevas palancas para desplegar soluciones de inteligencia artificial de forma segura, eficiente y conforme a la normativa.

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