Si tienes un ecommerce, o una página web, es posible que, en algún momento, hayas utilizado la llamada a la acción. Se trata de un recurso de marketing que ayuda a captar la atención de los usuarios para que estos reaccionen y hagan algo que nosotros queremos.
Pero, ¿qué es una llamada a la acción? ¿Y cómo podemos utilizarla en nuestro beneficio? Esto y mucho más es lo que vamos a tratar a continuación para que puedas comprender cómo se usa y decidas si aplicarlo en tu sitio web o en tu ecommerce o red social. ¡Descúbrelo todo!
Qué es la llamada a la acción
Una llamada a la acción también se conoce como call to action, o las siglas CTA. Se trata de una herramienta de marketing que cada vez se utiliza más porque con ella puedes captar la atención de los usuarios cuando navegan por una web, una red social o incluso un ecommerce. ¿El objetivo? Que hagan una acción concreta.
Es por eso que existen muchos tipos de llamadas a la acción, dependiendo de lo que se quiera. Por ejemplo, imagina que estás en una página web y, en un momento, se ponen un botón con la palabra: suscríbete. Eso sería una llamada a la acción, ya que lo que se pide es que esa persona deje sus datos en un fichero para poder ser contactado (normalmente a cambio de un regalo). Otras acciones pueden ser rellenar una encuesta, apuntarse a un webinar, descargar un ebook, comprar, oferta limitada…
¿Cómo se aplica en un ecommerce?
Una llamada a la acción en un ecommerce es bastante habitual encontrarla. De hecho, en cada producto tienes botones que te piden distintas acciones, como puede ser «comprar», «suscribirse», «ver el carrito». Todas ellas no se ponen exactamente para «mejorar la navegación en esa tienda online», sino que son botones que busca que el usuario haga diferentes acciones, ya sea comprar, seguir la página, etc.
Por eso son tan importantes, porque indirectamente se influye en el comportamiento del usuario, bien hasta conseguir que la compra se realice, bien hasta que estos se suscriban y sigan fieles las ofertas y novedades de la página.
Ventajas de una llamada a la acción
A pesar de que hace un tiempo las llamadas a la acción se veían como algo negativo (influir en lo que la persona iba a hacer solo servía para que hiciera lo contrario), hoy día ha cambiado la forma de verlos y, aunque pasan más desapercibidos, indirectamente la mente del usuario tiende a hacer lo que realmente quiere la propia página.
Por tanto, con una llamada a la acción obtienes muchas ventajas, como por ejemplo el:
- Animar a los seguidores a compartir en las redes sociales.
- Influir en la compra de los productos, o animarles a dar el paso a ello.
- Obtener los datos en una suscripción a cambio de ofrecerle un regalo.
En cualquier caso, una de las principales ventajas que tiene la llamada a la acción es influir en el usuario, en mayor o menor forma, haciendo aquello que nosotros queremos, ya sea una compra, obtener sus datos, convertir a ese usuario en alguien importante para la marca, etc.
Tipos de llamada a la acción en un ecommerce
Si tienes un ecommerce, o estás pensando en crear uno, conviene que sepas qué tipos de llamada a la acción son los que puedes utilizar (y tienen más éxito frente a otros). Por eso, a modo de ejemplo, te dejamos a continuación una serie de frases o palabras que pueden ayudarte a conseguir resultados.
- Añadir al carrito
- Sigue comprando
- Comprar ahora
- Terminar pedido
- Oferta
- Última oportunidad
- Oferta limitada
- Compra antes de que expire la oferta
- Edición limitada
- Queremos saber tu opinión
- Deja un comentario
- Valora el producto
- Reserva
- Comparte para difundir
- Apúntate
- Regístrate
- Suscríbete
- Leer más
- Descárgate el ebook
- Descárgate la plantilla
- Participa
- Solicita más información
- Te llamamos
- Llama sin compromiso
Dependiendo del tipo de ecommerce que tengas, podrás utilizar otras variantes, o incluso más originales, que vayan con la esencia de la tienda. Por ejemplo, en el caso de ser una tienda infantil, puedes probar con palabras que los niños entiendan (pero ten en cuenta que son los padres los que harán la compra y deben recordarles a los niños).
O si tienes una librería online puedes optar por poner palabras o frases que hagan referencia a libros y/o personajes literarios (siempre y cuando se entienda el mensaje que quieres).
Aspectos que debes tener en cuenta en las llamadas a la acción
Ahora que conoces un poco más la llamada a la acción, vamos a ir más lejos. Y es que no vale cualquier cosa, colocada de cualquier manera, en una página web o ecommerce. En realidad, hay muchos aspectos que se tienen en cuenta para que esas llamadas surtan el efecto que se espera. Así, te encontrarás con lo siguiente:
Saber dónde colocarlo
Dependiendo de cuál sea la llamada a la acción que se quiera llevar a cabo, al objetivo de la página, complejidad e intención del usuario, la posición de esa llamada cambiará significativamente. Por ejemplo, en el caso de las suscripciones, cuando estas no ofrecen nada, suelen colocarse al final de la página. ¿Por qué ahí? Porque intentas que el contenido sea lo suficientemente atractivo como para que a los usuarios les merezca la pena, e incluso quieran, suscribirse.
En cambio, cuando esa suscripción sí tiene algún premio, se coloca al principio, en medio y al final, para recordar al usuario que, si hace una cosa, tendrá una recompensa.
Tamaño y forma
Otro aspecto a considerar de la llamada a la acción es el tamaño de ese botón así como de la forma del mismo. Por supuesto, hay que evitar que este sea demasiado grande o con formas que puedan solaparse con otros contenidos.
Color
El color es una parte muy importante porque necesitas captar la atención de esa persona, romper con la monotonía de la página a fin de que resalte sobre todo lo demás. Ahora bien, según el objetivo que tengas será mejor utilizar un color u otro. En este caso la psicología del color puede echarte una mano.
Mensaje
Compra, suscríbete, tiempo limitado… El botón de una llamada a la acción debe tener un mensaje claro y, si es posible, también urgencia. De esos que te hacen pensar que, si no le dan de inmediato, se van a quedar sin el producto (a pesar de que puedes tener un almacén lleno con esos productos).