Una de las principales razones por las que los empresarios no se deciden entrar en el comercio electrónico, es por la incertidumbre que genera el concretar una compra con una persona a la cual no tenemos forma de ver físicamente. Y es que a pesar de que cada día son menos las estafas en línea, aún podemos ser víctimas de compradores poco éticos que buscan adueñarse de mercancías de forma ilícita, sin mencionar a los terceros que por medio de métodos ilícitos buscan adueñarse de información personal.
La buena noticia es que cada vez es más sencillo y económico tener una tienda en línea con todos los protocolos de seguridad necesarios para evitarnos caer en estafas tanto de clientes deshonestos como de piratas cibernéticos que buscan adueñarse de todos nuestros datos. Actualmente, la mayoría de los servidores web ofrecen protocolos de seguridad SSL, refiriéndose a un sistema encriptación electrónica en la cual los datos compartidos entre comprador y cliente viajan de manera segura a través de internet.
Por otro lado, la única forma que tenemos de asegurarnos de que el cliente pagará por el producto o servicio que vendemos, es simplemente implementando un modelo de negocios en el que el envío se efectúe una vez se vea reflejado el pago. Pero debemos recordar que así como nosotros nos preocupamos por la veracidad de nuestros clientes, nuestros clientes tienen las mismas dudas. Por ello lo mejor es ofrecer métodos de pago integrales. No puede faltarnos una pasarela de pago y monederos electrónicos como PayPal. Otros métodos como giros o un depósito bancario también son recomendables, pero en menor medida, ya que es mucho más difícil rastrear y contrarrestar estafadores.
El comercio ha evolucionado hacia métodos en línea los cuales no podemos dejar atrás, verás como una tienda en línea aumenta tu presencia y tus ventas.