A la hora de crear un eCommerce, lo normal es que pienses en una tienda online en la que los clientes te compren tus productos y tú se los envíes. Pero lo cierto es que existen diversos modelos de negocio de eCommerce y conocerlos te puede ayudar a tomar una mejor decisión en tu emprendimiento.
Pero, ¿cuáles son los modelos de negocio de eCommerce? ¿Son todos factibles? ¿Te dan más oportunidades o son más exclusivos? A continuación te hablamos de todos los que puedes encontrarte. ¿Empezamos?
Business to consumer (B2C)
Pensar en una tienda online es pensar en este tipo de modelo de negocio de comercio electrónico. Se caracteriza por la venta directa de productos o servicios desde una empresa (tú) a un consumidor final (tu cliente). Para ello, utilizan plataformas online con el objetivo de acercar los productos o servicios a tus clientes y que estos los compren sin tener que lidiar con intermediarios.
Un ejemplo es Amazon. Ofrece una gran variedad de productos que venden a los consumidores finales.
Business to business (B2B)
Otro de los negocios de eCommerce a considerar tiene que ver con las transacciones que se realizan entre las empresas. Es decir, una empresa vende un producto a otra empresa.
Para que te sea más fácil de entender, imagina que tienes una empresa de bombones. Pero, para poder hacerlos, necesitas los ingredientes. Así que acudes a otra empresa a comprarlos. Básicamente, lo que haces es comprar en una empresa para elaborar tus productos y así venderlos después a los consumidores.
Otra opción sencilla es una tienda de informática que vende ordenadores personalizados. Esta compra a otra empresa las piezas para que pueda crear esos ordenadores.
Consumer to consumer (C2C)
Dentro de los modelos de negocio de eCommerce, este engloba a los consumidores y las transacciones que ocurren entre ellos. Por ejemplo, imagina que tienes un producto en tu casa que ya no usas y que quieres venderlo. Lo publicas en una plataforma y lo vendes a otro particular.
Eso se llama venta consumer to consumer, o de consumidor a consumidor, y la plataforma en la que se lleva a cabo actúa como una intermediaria. Lo único que hace es facilitar la transacción y, en algunos casos, también cobrar una comisión por la venta.
El ejemplo más claro es Wallapop, Vinted o incluso eBay. En todos ellos son los particulares (aunque también hay empresas) los que venden los productos, bien de segunda mano o nuevos. Pero en la mayoría de los casos son solo un producto o dos.
Consumer to business (C2B)
¿No piensas que un consumidor pueda ofrecer productos o servicio a empresas? En realidad existe, y es más común de lo que crees si piensas en plataformas de freelancers que se ofrecen a las empresas.
Consiste en que un particular o consumidor ofrece sus productos o servicios a una empresa. Por ejemplo, puede ofrecer servicios de diseño gráfico a la empresa para crear un logo o una identidad visual. O bien podría ofrecer sus productos para venderlos en la empresa y así aumentar el catálogo de productos disponibles para sus clientes.
Aunque no es lo habitual, porque normalmente hablamos de profesionales ofreciendo sus servicios a las empresas, también puede darse el caso de personas que usan esto como hobby o que no se dedican a esto más que en su tiempo libre.
Modelo de suscripción
Aunque no lo veas como un comercio electrónico, lo cierto es que puede darse. Imagina lo siguiente: tienes una tienda exclusiva que ofrece descuentos o productos limitados y de alta gama. Para evitar que todo el mundo compre, pones una suscripción. Solo aquellos que estén suscritos acceden a esos productos de edición limitada especiales.
El objetivo es ofrecer productos o servicios recurrentes de alta calidad que justifiquen el hecho de pagar una suscripción para acceder a ellos. De lo contrario, no los tendrían. Y aunque no lo veas, lo cierto es que fomenta la lealtad del cliente si se les ofrece algo que vaya acorde con sus necesidades o intereses. Además, te da un ingreso predecible en tu negocio.
Un ejemplo lo tienes en las plataformas de streaming. Pero más enfocado a los negocios, tienes, por ejemplo, Privalia que pide que te registres para ver las ofertas. En este caso no te piden nada por suscribirte, pero debes estar en su base de datos para acceder a comprar (es una forma de obtener tu contacto).
Modelo freemium
Relacionado con lo anterior, tienes el modelo freemium, que se basa en combinar servicios gratuitos, quizá un producto o servicio básico sin costo; y un servicio de pago, con un producto o servicio completo y más funcional.
Este modelo es ideal para aplicaciones, herramientas de tecnología, etc.
Dropshipping
Dentro de los modelos de negocio de eCommerce también tienes el dropshipping, muy conocido. Se caracteriza por crear una tienda online en la que no tienes que preocuparte por los envíos ni por el inventario de productos. A cambio de una cuota mensual, otra empresa se encarga de gestionar el envío de los productos que los clientes te compran.
Este negocio tiene sus ventajas y sus inconvenientes, pero para cuando empiezas puede ser una forma de no invertir tanto dinero y sí de obtener presencia en Internet e ir creando una identidad de marca para el futuro.
Modelo a crédito
Uno de los modelos de negocio de eCommerce que se ha puesto muy de moda es este. Consiste en adquirir los productos o servicios pero sin pagarlos de inmediato. En realidad, lo que se establece es pagarlos en el futuro o en cuotas, para que el cliente esté más predispuesto a comprar sabiendo que no tiene que pagar en el momento.
Un ejemplo lo tienes en uno de los métodos de pago de AliExpress, donde, hasta que no recibes y confirmas que has recibido el producto, no te cobran por lo que has comprado.
Como ves, modelos de negocio de eCommerce hay muchos. La decisión final debes tomarla con base en el tipo de negocio que quieres llevar a cabo para poder determinar cuál es el que mejor se adapta a ti. Aun así, tampoco es mala idea combinar varios negocios o incluso crear un nuevo modelo. Esto ayudará a desvincularte de la competencia.