Desde luego que en estos momentos uno de los negocios emergentes está representado por el ecommerce o comercio electrónico. Pero aun siendo más barato para llevarlo en la práctica desde luego que no está exento de gastos. Ni mucho menos. Si no que por el contrario hay que recabar de la suficiente liquidez para material, desarrollo de la empresa y acceso a proveedores. Y que se verá el caso agravado si hay trabajadores en nuestra empresa.
Como se ha podido comprobar hay una serie de gastos que hay que afrontar ineludiblemente. Menos que en las empresa físicas, pero que hay que formalizar en muy poco espacio de tiempo. La mejor forma para solventar este tema es contar con la suficiente punta de liquidez como para no depender de otras soluciones que a la larga nos puede salir más caras. Tanto por el desembolso llevado a cabo como por los tipos de interés que llevan generados esta clase de operaciones a crédito.
Porque bien es cierto de que al final el único recurso que nos quedará es acudir a alguna línea de crédito que ofrecen en estos momentos las entidades financieras y de crédito. ¿Pero cuánto nos va a suponer firmar una operación de estas características? Vamos a intentar explicar cómo los créditos que están habilitados en el mercado y que están destinados para poner en marcha un ecommerce o comercio electrónico.
Financiación para ecommerce
Estas fuentes de financiación para particulares se caracterizan sobre todo porque no es muy frecuente encontrarla en la actual oferta. En cualquiera de los casos, se te presentan varias alternativas para hacer efectiva esta demanda para el desarrollo de un negocio digital, sea cual fuese su naturaleza y los productos, servicios o artículos que ofreces a los clientes o usuarios.
Dentro de este contexto general, hay que indicar que dispones de varias fuentes de financiación. No una sola como puedes creer en un principio. Desde las tradicionales líneas de créditos a los modelos específicos para esta clase de negocios digitales. Con una condiciones que varían sensiblemente de unos a otros formatos. Tanto en lo que se refiere a los tipos de interés que aplican estos productos financieros como a los plazos de amortización y sus comisiones o gastos en la gestión o mantenimiento.
En cualquier caso, te vamos a ofreces a partir de ahora cuáles son las fuentes de financiación a las que puedes acudir para satisfacer esta necesidad profesional que tienes. Comprobarás que algunas son un tanto convencionales, pero otras te llamarán la atención por su originalidad e innovación en su emisión. Aunque mucho cuidado en su demanda ya que los riesgos e intereses que se asumen al recurrir a ellos suelen ser bastante abusivos.
Créditos ICO
Son desde luego los más beneficiosos para tus intereses personales entre otras razones porque son los que te costarán menos dinero en su devolución. Dentro de las lineas de financiación que ofrece el Instituto de Crédito Oficial hay una destinada en exclusiva a trabajadores por cuenta propia a empresas que inician su andadura empresarial, en este caso las derivadas desde el sector digital.
El mayor inconveniente para suscribir estos modelos en la financiación es que exige prácticamente los mismos requisitos que la financiación bancaria tradicional. Es decir, no obtendrás beneficios adicionales en su concesión. Aunque al final te encontrarás con un tipo de interés más competitivo para ti, en unas cuantas décimas porcentuales más bajas que a través de los créditos bancarios tradicionales.
Financiación a través de los bancos
Es quizás el método más sencillo de todos, pero puede que con un coste superior al de los restantes formatos en la financiación privada. Tiene en su contra, el hecho de que pedirán más requisitos: presentación del proyecto, cuentas profesional y hasta en algunos casos un aval personal. Al igual que puede demandarte alguna garantía inmobiliaria para tu comercio electrónico o de otros bienes personales.
Por otra parte, el tipo de interés que pueden aplicar sobre este producto financiero pueden alcanzar niveles de hasta el 9 %. A ello hay que contar con las comisiones y gastos en la gestión y mantenimiento que puede encarecer su coste final en hasta un 3 % adiciona. Entre estas tasas destacan en especial la de cancelación anticipada, subrogación u otras operaciones dentro de la línea de crédito.
Otro de los aspectos que debes considerar es el plazo de permanencia de esta clase de créditos que se mueve en una horquilla que va desde solo doce meses y hasta 10 años aproximadamente. En donde tendrás un sistema de cuotas constantes todos los meses en el caso del tipo de interés a plazo fijo y con un porcentaje sobre el importe no amortizado en el tipo variable.
Se trata de una opción más interesante si sabes negociarlo con tu entidad de crédito y consigues unas mejoras condiciones en su contratación. Además, es una estrategia que está disponible para todos los pequeños y medianos empresarios del sector digital. Con ofertas que son muy sugerentes aunque son puntuales en su emisión.
Otra alternativa es la que presentan las entidades financieras no bancarias y que se integran en las plataformas de financiación para tu eCommerce. Son modelos más ajustados a tus necesidades aunque a cambio te generan intereses más elevados desde el principio.
Una de sus aportaciones es que o conllevan ningún coste. Solo se necesitan unos pocos datos para conocer más tu comercio. Hasta el punto de que en algún que otro momento su devolución puede representar más de un problema.
Subvenciones estatales y autonómicas
Su ventaja procede de que la conceden a través de una doble vía: a nivel estatal y autonómico. Anualmente se conceden subvenciones en su mayoría a fondo perdido, con la condición de cumplir una serie de requisitos que varían en función del tipo de ayuda que vayas a demandar a partir de estos momentos. Mientras que por otra parte, y como principal novedad, también existen en algunas comunidades autónomas subvenciones para mujeres emprendedoras y para menores de 35 años, con independencia de la actividad que se inicie.
En todos los casos, la mejor decisión es informarte debido a que formatos de financiación, tipo de ayuda o subvención, puedes acogerte en estos momentos para poner en marcha un comercio o tienda electrónica. Sobre todo para conocer si encaja dentro de tus presupuestos personales o profesionales. En cualquier caso, puede suponerte un respiro antes de solicitar una línea de crédito en tu entidad bancaria de siempre.
Este es el modelo más satisfactorio para tus intereses personales y profesionales siempre que puedas recurrir a él y te aprueben la solicitud. Con unas condiciones la contratación que siempre son más suaves que en las restantes fuentes de financiación para el comercio electrónico. En donde te ahorrarás dinero en el momento de finiquitar la operación, tanto en intereses como en comisiones y gastos en la gestión y mantenimiento.
Crowdlending
Esta nueva forma de financiación se ha convertido en el formato más innovador de todos y que definitivamente ha llegado para quedarse en el panorama nacional. Se trata básicamente de inversores privados que a través de una plataforma online financian proyectos de todo tipo, y que en este caso está reservado para los proyectos o negocios digitales. Sea cual fuese su naturaleza y su modelo de gestión. Porque al fin y al cabo de lo que se trata es que tengas menos gastos por financiar este proyecto a partir de estos momentos.
Otro de los aspectos que debes valorar al referirse del denominado crowdlending es que te permite financiar con menos gastos desde un principio. Debido a que se trata de una financiación muy específica a empresas o proyectos y que se caracteriza sobre todo por ser un modelo diferente a todos los restantes. En donde te permite financiar por la comunidad financiera sin acudir a los servicios de un banco u otra entidad financiera tradicional. Y en donde claramente los riesgos e intereses que se asumen al recurrir a este producto financiero tan original suelen ser menos abusivos.
Su mecánica se basa sobre todo en que los inversores deciden si invertir o no en tu proyecto. Por eso suele ser más accesible para empresas que no están totalmente establecidas en el sector, pero que a cambio ofrecen mayores garantías en su amortización. Pero en donde el importe procede de los inversores particulares y nunca desde ninguna clase de instituciones oficiales o convencionales.
Por otra parte, también hay que recalcar que pueden existir otros planes de financiación más alternativos que se basan en estrategias diferentes. Como por ejemplo, otros métodos de financiación que ofrecen la posibilidad real de acceder a un capital por parte de las empresas no registradas de crédito que ofrecen capital privado. Pero en la mayoría de los casos bajo unos tipos de interés abusivos. Hasta el punto de que pueden superar niveles del 20 %. Es decir, son los clásicos prestamistas cuyos intereses rozan la usura en contraprestación a la liquidez que te puede proporcionar en un momento determinado. Que es su objetivo principal al fin y al cabo de lo que se trata.