¿Te vas a animar a crear una tienda online? ¿Sabes todo lo que necesitas antes de montarla, durante y después? ¿Qué eliges, Woocommerce, Prestashop, Shopify…?
A lo mejor y no te suena nada, pero lo cierto es que, a la hora de crear tu eCommerce, hay algunos aspectos que debes tener en cuenta para evitar errores y problemas a la hora de poner la tienda en marcha. Te los explicamos.
Qué debes valorar antes de crear tu tienda online
Para crear una tienda online hay dos cosas imprescindibles, para empezar. Una de las primeras es un dominio, es decir, la dirección de una página web que será el nombre de tu tienda.
Por ejemplo, piensa que vas a poner a tu tienda «La despensa de Laura». Tendrías que a a alguna web que venda dominios (Google, Name, o incluso a través de empresas de hosting que también ofrecen la venta del dominio) para:
- Ver si está disponible.
- Comprarlo.
Nuestra recomendación es que optes siempre que puedas por el .com. El .es tampoco está mal, pero te centrará solo en España y será más complicado que te conozcan internacionalmente. Pero si solo vas a vender en este país no es mala idea.
Otro punto importante aquí es ver si hay alguna web, tienda, usuario… que use ese nombre. Porque a veces confundirá a la gente. Siempre que se pueda es mejor usar algo que no esté ya usado (y si es posible, registrar el nombre).
La segunda cosa imprescindible es un hosting. Es decir, dónde se va a alojar todos y cada uno de los archivos que compondrán tu web. Y antes de que lo preguntes, no, en tu ordenador no pueden estar.
Hay muchos hostings diferentes, y puedes coger tanto nacionales como internacionales. Pero al tratarse de una tienda online, tienes que enfocarte en que estén adaptado para ello (si no, pueden darte problemas). Además, hay algunos que están enfocados a las distintas plataformas de eCommerce. Por ejemplo, un hosting especial para PrestaShop de Raiola.
¿Por qué te lo avisamos? Porque si logras un hosting enfocado en la plataforma que vas a trabajar será más eficiente que uno más generalista. Y claro, eso implica que la elección de hosting vaya relacionada con el tipo de plataforma que uses, ya que hay varias.
Por ejemplo, la velocidad de tu página web dependerá de ese hosting, pero también el posicionamiento. Tienes que asegurarte que eliges una hosting de calidad y con garantías.
En otras palabras, no escojas los más baratos o gratuitos si no te ofrecen un mínimo de calidad.
Otra opción, si no quieres pagar hosting, es usar servicios de tiendas online, donde en lugar de preocuparte por esto, ellos te dan todas las herramientas para que tú solo tengas que ocuparte de vender.
Pasos para crear tu eCommerce
Ahora que ya tienes el hosting y el dominio, los siguientes pasos pueden ser más o menos fáciles dependiendo de tu experiencia o de que cuentes con profesionales en el tema. En este caso, nuestra recomendación para crear tu eCommerce es:
Elegir un dropshipper
Por si no lo sabes, el dropshipper es una especie de distribuidor o mayorista. Es decir, un «almacén» donde se guardan los productos que tú vendes.
En realidad, podrías crear dos tipos de eCommerce: uno donde tengas tú los productos a vender (necesitarás un almacén o una habitación específica); y otro donde «contratas» a otra empresa para que, cuando vendas algo, ellos lo envíen.
La segunda opción te permite vender más productos de distintas categorías y no preocuparte de los envíos. A cambio, tienes que compartir unos beneficios o bien pagar una cuota.
Cada método tiene sus ventajas y desventajas, pero la gran mayoría apuesta por el dropshipper.
Monta la web
El siguiente paso quizá sí que es el más complicado de todos porque implica la construcción de tu tienda online. Y aquí no solo tienes que diseñar la página de inicio, sino también la de los productos, contactos, proceso de compra, etc. Y esto puede darte muchos quebraderos de cabeza.
En general, puedes utilizar plantillas para ahorrar tiempo y sobre todo si no tienes presupuesto para que te la diseñe un profesional. Otra opción es crearla de cero, pero solo te lo recomendamos si tienes a un equipo detrás ya que cualquier pequeño error puede dar al traste con tu web.
Vuelca la información
Ahora que tienes la plantilla y que está todo instalado, hay que hacer los textos, tanto de la página de inicio como de los productos, contactos, blog, etc.
Esto requiere tiempo y sobre todo mucha investigación. Primero, porque tienes que enfocarlo al SEO, es decir, al posicionamiento natural para lograr que los clientes te lleguen.
Pero también porque tienes que hacerla lo suficientemente atractiva como para que estos naveguen por toda ella.
Por ejemplo, un fallo que cometen muchos es usar para los productos lo que los distribuidores o los catálogos tienen. Haz la prueba, copia un pequeño texto y pásalo por Google, te darás cuenta que muchas tiendas online tienen lo mismo.
Si innovas con esto ganas. Pongamos que vendes un colchón. Puedes decir todas las características que tiene, que en realidad, serán las mismas de cualquier tienda. Pero, ¿y si en lugar de darlas así en frío, hicieras una pequeña historia en la cuentes lo cómodo y espacioso que es, lo firme o blando, o si se pasa calor durmiendo en él.
Métodos de pago
El siguiente paso que debes dar es ofrecer el máximo posible de pagos en tu tienda. Es decir, no quedarte solo en el pago con tarjeta, sino darle más opciones: transferencia, bizum, PayPal, contrareembolso… Cuantos más les des, mucho mejor porque haces que sea más accesible y apetitosa esa compra.
Cuidado con la situación legal
Por si no lo sabes, no es «legal» vender productos si tú no eres autónomo o empresa. Por eso, para controlar el tema de la responsabilidad civil, se recomienda que crees una sociedad limitada.
¿Nuestra recomendación? Contrata una gestoría que te lleve todos los papeles en regla. También un seguro. E intenta cumplir con todas las leyes vigentes para no ganarte una multa.
“Vuela”
Ya lo tienes todo, así que ahora solo tienes que darle caña a la estrategia online: publicidad, creación de artículos, gestión de redes sociales…
El éxito no te va a llegar de la noche a la mañana. Pero sí en el plazo de 1 a 3 años. Si lo haces bien, puedes acabar teniendo un buen sitio y unas buenas ventas a fin de mes.