¿Se te da bien la cocina y estás pensando en montar un ecommerce? ¿Quieres saber cómo vender comida por Internet? Lo cierto es que no es tan fácil como parece y hay mucha legislación y normativas que deberás cumplir.
Pero, ¿cuáles? ¿Cómo hacerlo? Si quieres vender comida por Internet y hacer de esto un negocio, a continuación te damos las claves para ello. ¿Empezamos?
Qué debes tener en cuenta antes de vender comida por Internet
Comprar comida por Internet ya no es tan descabellado. Hay muchos negocios que se dedican a ello, desde los propios restaurantes que tienen envío de comida a domicilio, a catering e incluso a pequeñas empresas cuyo objetivo es ofrecer comidas caseras a quien las quiera.
No hay duda de que el hecho de recibir la comida ya hecha es cómodo, no tienes que salir de casa ni dedicar tiempo a preparar los ingredientes… Solo has de pedir, esperar y comer.
Montar un eCommerce de comida también es fácil, porque puedes crearlo a través de una web, de redes sociales o incluso de plataformas como Amazon, Ebay…
Ahora bien, hablamos de comidas y alimentos, y estos pueden tener una serie de riesgos que afectarán no solo a tu reputación, sino también a tu bolsillo como te caigan multas. Por eso, es importante que tengas en cuenta varios aspectos:
La legislación aplicable
No solo nacional, sino también comunitaria relacionada con la seguridad alimenticia. En este caso, la propia Agencia española de seguridad alimentaria y nutrición (AESAN) tiene toda la legislación vigente y te recomendamos que la visites a menudo para saber si ha cambiado algo.
Pero no solo has de cumplir con la legislación sobre alimentación. Sino que también tienes que cumplir con otras relacionadas con tu eCommerce:
- La Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre de Protección de Datos de Carácter Personal.
- El Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias.
- La Ley 34/2002, de servicios de la sociedad de la información y de comercio electrónico que traspone al ordenamiento nacional la Directiva 2000/31/CE.
Registro de empresa
Como vas a trabajar con alimentos, eso te obliga a tener que cumplir con el Reglamento 852/2004, en el que todo operador de empresa alimentaria debe notificar los establecimientos. Y el Real Decreto 191/2011 sobre la inscripción en el Registro de esos establecimientos.
Dicho de otro modo, tienes que solicitar tu inscripción en el RGSEAA (Registro general sanitario de empresas alimentarias y alimentos).
Formación personal
No queremos decir que tengas que ser cocinero para poder vender comida por Internet, pero al menos sí que vas a necesitar el carnet de manipulador de alimentos para darle algo más de seguridad a los clientes con respecto a que sabes lo que estás haciendo.
Requisitos específicos
Relacionado con lo anterior, la venta de comida por Internet necesita de una seguridad extra para evitar problemas como enfermedades, contagios, etc. Por eso, debes tener en cuenta:
- La seguridad alimentaria, en cuanto a tomar todas las precauciones posibles a la hora de elaborar y entregar el producto. Esto quiere decir que no puedes usar alimentos no seguros, asegurar la trazabilidad en todas las etapas (o pasos) de la receta, cumplir con la legislación y avisar en caso de que haya algo nocivo para la salud.
- Almacenamiento, transporte y entrega, en cuanto a que la comida debe tener un protocolo de almacenamiento, transporte y entrega concreto que dependerá de esa comida. Para que te hagas una idea, si vendes comidas refrigeradas, estas deben estar a 4ºC o menos; si son congeladas, a -18ºC o menos y si son calientes, a más de 65ºC.
- Trazabilidad, en el sentido de que puedas saber de dónde salen cada uno de los ingredientes que has utilizado para preparar la comida. Pero no solo hacia atrás, sino también hacia delante, sabiendo a quién se la suministras.
¿Cómo será tu web?
A la hora de vender comida por Internet, tu página web, o los anuncios que hagas en redes sociales o en las plataformas, deben tener una serie de información básica. Lo primero, y ante todo, tu información, es decir, tus datos para saber quién está ofreciendo esas comidas.
Por otro lado, tienes que poner información sobre los alimentos (de dónde sale cada uno). Ten en cuenta que has de poner la misma información que si se comprara en un comercio.
También es obligatorio comentar cuál es el proceso de elaboración de esa comida, así como la fecha de caducidad o de duración mínima, condiciones para conservarla, etc. Todo esto dará mayor seguridad a las personas cuando te compren.
Por último, tendrás que usar declaraciones nutricionales y de propiedades saludables que cumplan con el Reglamento (CE) No 1924/2006, relativo a las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos.
Al margen de esto, estéticamente, en cuanto a diseño, colores, estilo… puedes hacerla como quieras, pero sí ha de contener esa información de la que te hemos hablado.
¿Y si no tengo web y vendo por las redes sociales?
Puede darse el caso de que estés empezando, que lo hagas como un hobbie de vender postres o comidas que se te dan bien y que no abarques más que unos cuantos comensales. Por eso, muchos usan las redes sociales para empezar.
Pero aun así, conviene que cumplas con todo lo anterior, sobre todo para evitar que, si algún alimento está mal y la persona se intoxica, no te acabas llevando una multa o incluso penas mayores (de cárcel). En las redes, trata de explicar lo mejor posible todo lo que haces, de dónde salen los ingredientes, etc. y cómo cocinas para mantener la seguridad alimenticia. De esta forma, te evitarás muchos quebraderos de cabeza.
Nuestra recomendación es que pongas en el perfil toda la información y, a la hora de publicar alguna comida, también intentes reflejar todo lo que haces para que la comida que salga sea segura para el consumo y no tenga consecuencias negativas en la salud.
¿Te animas ahora a vender comida por Internet o, después de lo visto, te hemos quitado las ganas? Ten en cuenta que hablamos de alimentos, y estos pueden ser nocivos si no se mantienen unos mínimos de seguridad.